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'The Broomway', cuando sube la marea...

The Broomway Camino de las Escobas UK

Wakering Stairs. [Foto: Helen Miller]

Es extremadamente peligroso para cualquier extraño intentar el viaje hacia o desde esta isla sin un guía, pero los peligros que lo acechan han supuesto una emoción placentera para muchos. Algunos granjeros se quedaban hasta el final, y luego competían con la marea y nadaban en las ensenadas. Algunos de los que han estado acostumbrados a las arenas toda su vida, han perdido el aliento allí, y se registran muchas fugas del grosor de un cabello". Son parte de las palabras que Philip Benton, un historiador local de Wakering Hall (Condado de Essex, Inglaterra), dejó escritas en su libro The History of  Rochford Hundred, publicado en 1867; una especie de guía o enciclopedia local donde se recogían anuncios parroquiales, biografías y árboles genealógicos, tradiciones, superstición, agricultura, reparto de los diezmos... "y otras materias". Y entre esas otras y variadas materias se encuentra a la que hemos hecho referencia al principio de este artículo, a la que Benton dedicó dos páginas de la citada obra, y que encierra algo de misterio, de superstición y, cómo no, de realidad. Nos referimos al Broomway o Camino de las Escobas.

The Broomway Camino de las Escobas UK
[Foto: Miller Christy (d.1928), Public domain, via Wikimedia Commons]
Se trata de una histórica ruta romana que se hacía a pie, a caballo o en vehículos de tracción animal entre las llamadas Wakering Stairs, en la costa de Essex, y Foulness Island, un área situada en el suroeste de Inglaterra. Un recorrido de unos 8 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, sujeto no sólo a la evolución de las mareas, sino a las imprevisibles condiciones meteorológicas, convirtiéndolo, incluso para quienes solían utilizarlo y contaban con la experiencia y pericia necesarias, en una aventura similar a andar sobre el filo de una navaja. Las plantas de escoba, junto con palos de madera y ramas desnudas, que alguna vez se utilizaron para señalizar la ruta le han dado el nombre con que popularmente se conoce. Fue durante mucho tiempo, en concreto hasta 1922 cuando se construyó el puente Havengore, la única vía de comunicación para alcanzar Foulness Island.

Niebla, arenas movedizas y viento fuerte

Como decíamos, el recorrido se inicia en las Wakering Stairs y se adentra en el mar unos 300 metros hacia las planicies de Maplin Sands cuando la marea está baja, y el recorrido continúa después en paralelo a la costa hasta Foulness Island. Aún siendo un experto en este recorrido, siempre se han de extremar las precauciones y tener presente que hay arenas movedizas y el mar entra más rápido de lo que puedes correr, como apuntan quienes lo conocen. Además, es fácil desorientarse si entra niebla marina y un viento fuerte puede alterar significativamente el estado de la marea baja.

The Broomway Camino de las Escobas UK
[Foto: Qneiform, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons]
Volviendo a Philip Benton, en su libro se recoge el siguiente fragmento:

"El actual Charles Miller, difunto cirujano en Great Wakering, quien, durante sus tareas profesionales, ocasionalmente se extraviaba, anteriormente poseía una vieja yegua, la cual ante tal emergencia, cuando se levantaban las riendas, su instinto nunca le fallaba. Es probable que se formen nieblas, que la marea cambie y que ocurran otros accidentes, de modo que los más experimentados pueden perder el rumbo. Los que a pie intenten el paso por las ensenadas, deben tener precaución, ya que existen peligrosos agujeros; uno llamado Shagsby's (de un hombre perdido allí) está al borde de los saladares en Great Shelford".

De hecho, el propio Benton narra lo que experimentó en carne propia al señalar en una nota a pie de página, marcada en el texto con el símbolo de una cruz al lado de la palabra "nieblas", lo siguiente:

"El escritor se perdió una vez en la niebla mientras las aves salvajes cazaban en la arena y, de no haber sido por una ayuda oportuna, debió haber perdido la vida. Estas nieblas a poca distancia parecen ser un banco, y al dar la vuelta se pierde toda idea de norte, sur, este u oeste. Como una pista para los futuros usuarios, el autor contempló la idea de atar su brazo a la boca de su arma (al enterrarse ésta en último lugar en la arena) para facilitar la búsqueda de su cuerpo".

Cerca de 70 cuerpos recuperados desde 1600

Y es que eso de caminar sobre las aguas... está claro que no está hecho para los simples mortales. El Broomway se ha cobrado decenas de vidas. Se estima que más de un centenar, si bien el registro funerario de Foulness contabiliza cerca de 70 cuerpos recuperados de las arenas desde 1600. Y hay que tener en cuenta que es el propio Benton quien da cuenta de algunos de estos trágicos sucesos relacionados con el tránsito por este peculiar y peligroso camino:

"Entre los que se ahogaron en estas ocasiones estaba Thomas Jackson, un boticario, en el año 1711, que fue enterrado en Rochford. Thomas Miller, cirujano, de Great Wakering, hijo de Morton Miller, del mismo lugar, también se perdió viniendo de Foulness, el 21 de agosto de 1805, a los 45 años. Iba a caballo y fue descubierto nadando por unos hombres en una barcaza, que lo condujeron a Land Wick, y se supone que su caballo más tarde lo tiró y lo pateó, ya que le apareció una marca de herradura en la sien".

"Uno de los eventos más angustiosos de esta naturaleza ocurrió en 1836, cuando dos pobres chicas llamadas Chittocks y Bates fueron encontradas muertas, no ahogadas, sino exhaustas por el frío, la humedad y el miedo. Aunque les suplicaron que se quedaran en Wakering, se negaron, ya que esperaban encontrarse con sus amados en el lado opuesto. La noche fue espantosa, lluvia incesante, con frecuentes relámpagos. Casi todos en Foulness asistieron a su funeral.

"En 1857, William Harvey, un pastor, se ahogó, como consecuencia, se cree, de haber sido descarriado por la luz de Horns. Otra de estas víctimas fue Gardner, de Havengore, yerno del Sr. Archer. Era extremadamente sordo y, al ser bajado de un carro cerca de su propio camino, se salió de la pista. Sus gritos se escucharon desde la orilla, pero debido a su sordera no oyó a sus posibles salvadores. Habría sido peligroso dejar la tierra en total oscuridad".

"Una de las bajas más recientes fue la de un desafortunado policía irlandés que, por sentido del deber, al tener que entregar un documento, permaneció demasiado tiempo en la isla y, aunque se le advirtió, intentó pasar, pero fue sobrepasado y perdió la vida, junto a las aguas embravecidas de la primera ensenada".

Si esa ruta era tan peligrosa, ¿qué había en Foulness Island para ese tránsito relativamente frecuente en épocas pretéritas? Quizás la respuesta nos la da el propio Benton cuando señala:

"Arthur Young, quien publicó en 1807 su último trabajo sobre la Agricultura de Essex, se inclina a pensar que en esta isla se encuentra el suelo más fértil del condado. Describe la fertilidad como tan grande, que los granjeros rara vez aplicaban abono sobre cualquier tipo de maíz, y tal era la indiferencia al respecto, que apenas había cercado para el ganado, que solía deambular a placer, sin la menor preocupación sobre el asunto".

Foulness Island es actualmente propiedad del Ministerio de Defensa. Si se quiere visitar el pueblo en la isla, Churchend, es necesario recurrir al Camino de las Escobas, pues el acceso por carretera está restringido a residentes. Guías expertos ofrecen hoy en día sus servicios para quienes desean hacer la ruta, convirtiéndose en uno de esos reclamos turísticos singulares que, pese al paso de los siglos, sigue siendo tan peligroso como en sus orígenes.

 

[Fuentes:
Philip Benton (1867). The History of Rochford Hundred (pp. 219-221). Publicado por A. Harrington
"The Broomway and Foulness Island walk". Saturday Walkers Club, 26 Septiembre 2022, https://www.walkingclub.org.uk/walk/the-broomway-and-foulness-island/ ]

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