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«Cuando se inicia una guerra, no se hace con sólo cinco misiles»

Incidente Equinoccio Otoño 1983

"Macabro como el vientre de los misiles... " [Foto: United States Air Force, Public domain, via Wikimedia Commons]

Seguro que muchos conocen y han escuchado alguna vez el tema The Man Who Sold the World, originalmente cantada por David Bowie en los años 70 y posteriormente versionada y popularizada por Nirvana en los 90 del pasado siglo. Y es también bastante probable que muchos desconozcan lo que se conoce como El incidente del equinoccio de otoño, que está relacionado no con un hombre que vendió el mundo, sino más bien con otro que evitó ponerlo al borde del apocalipsis. Ese The Man Who Saved the World tiene nombre y apellido: Stanislav Petrov, teniente coronel del ejército en la extinta Unión Soviética.

Stanislav Petrov Equinocio Otoño 1983
Imagen de Stanislav Petrov con 77 años. [Foto: Queery-54, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons]

Lo sucedido se remonta al año 1983, y a un día y un mes concretos: el 26 de septiembre. Ese día, como uno más, Stanislav Petrov, que entonces tenía 44 años, era el oficial a cargo del Serpukhov-15, búnker secreto desde el cual el gobierno de la URSS monitoreaba su recientemente inaugurado sistema de satélites de alerta temprana para la detección de posibles lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales, procedentes de su entonces enemigo por excelencia durante la llamada Guerra Fría: los Estados Unidos.

La tensión y la carrera armamentística y tecnológica entre ambas potencias era tal que, en su afán por superar al contrario, los soviéticos habían optado por emplear un método en la detección diferente al de los EEUU. Mientras los satélites estadounidenses observaban toda la superficie de la tierra, los de sus oponentes se enfocaron más en el borde de la Tierra, con el fin de reducir la posibilidad de falsas alertas relacionadas con el lanzamiento de misiles. Gracias a este sistema, una vez los misiles estuviesen a una altura de entre 8 y 16 kilómetros, su silueta destacaría sobre el fondo negro del espacio. Además, cuando se observa el borde del planeta, la luz que pueden reflejar las nubes o la nieve tiene que atravesar una parte considerable de la atmósfera, por lo cual esa vista reduce las posibilidades de que dichos fenómenos naturales puedan causar falsas alarmas.

Como se ve, el ser humano siempre creyendo que sus avances tecnológicos pueden vigilar y controlar a las fuerzas de la Naturaleza y del Cosmos. Y como no puede ser de otra manera, siempre hay escenarios imprevistos e impredecibles que ponen en su verdadero sitio, el de la insignificancia universal, a quienes se creen dioses y juegan a tener en sus manos el destino de la humanidad.

«Sabía que ya nadie sería capaz de corregir mi error si me equivocaba»

Poco después de la medianoche del 26 de septiembre de 1983, hora de Moscú, el sol, el satélite soviético de alerta temprana Oko (Ojo) y los campos de misiles estadounidenses se alinearon de tal manera que maximizaron la luz solar reflejada por las nubes a gran altura, lo cual se tradujo en la detección de cinco misiles que supuestamente habían sido lanzados desde EEUU y sobrevolaban el espacio camino de territorio soviético. ¿Qué hizo Petrov ante lo que parecía un ataque nuclear? Pues sencillamente nada. Y, obviamente, no se vayan a pensar que se quedó de brazos cruzados, pero sus conocimientos e instinto le llevaron a no dar la voz de alerta a sus superiores en la cadena de mando.

«Tomé mi decisión y no confiaría en la computadora. Cogí el teléfono y reporté a mis superiores que se trataba de una falsa alarma pese a que yo mismo no estaba seguro hasta el último momento. Sabía perfectamente que ya nadie sería capaz de corregir mi error en caso de que me hubiese equivocado». Son las palabras de Petrov en unas declaraciones a la BBC, que sin duda rememoran el suspense y la angustia que debió sentir aquel 26 de septiembre de 1983.

Tráiler del documental The Man Who Saved the World (2014).

Esperando un ataque masivo y único

A este militar de alta graduación le habían comunicado en repetidas ocasiones que, de producirse un ataque nuclear por parte de los EEUU, éste estaría diseñado de tal forma que no hubiese respuesta por parte del enemigo. Sería un ataque masivo y único. De hecho, en este sentido Stanislav Petrov, cuya sangre fría y templanza sirvieron para que todo quedase en una falsa alarma, acabaría declarando a la prensa:

Cuando la gente comienza una guerra, no la inicia con sólo cinco misiles. Puedes hacer poco daño con sólo cinco misiles.

 

[Fuentes:
Geoffrey Forden (2001). Reducing a Common Danger Improving Russia’s Early-Warning System. En Policy Analysis (pp. 5-6). Washington, Estados Unidos: Cato Institute
David Hoffman. "I Had A Funny Feeling in My Gut". The Washington Post, 29 Septiembre 2022, https://www.washingtonpost.com/wp-srv/inatl/longterm/coldwar/shatter021099b.htm
BBCNews. (Sep 19, 2017). Stanislav Petrov, who averted possible nuclear war, dies at 77 [Video]. Youtube. https://youtu.be/L7EmLf4Xlq0]